Flores bajo mi casa

 

Alejandra Marcillo

@Alejadejavu

 

 

 

Hoy me levanté más tarde que de costumbre; las noches de insomnio son muy comunes últimamente. Si no fuera por el fuerte olor a rosa no me habría despertado. Murió hace dos días y aunque los pétalos que decoran el piso de mi habitación se tornan cada vez más oscuros y secos, su perfume es mayor que cuando vivía.

 

Me gusta fotografiar a todas las flores que tienen el privilegio de llegar a mi vida. Después de hacerlo y jugar un poco con ella, sus pétalos empezaron a caer uno a uno hasta tornarse rutilantes con la luz de la luna que entraba por mi ventana, pues caían justo bajo un rayo que pasaba entre cortina y cortina.

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Ella se desvaneció junto a sus pétalos. Al final su largo y delgado tronco de rosa yacía en medio del esplendoroso rojo que antes fue su vida. No pude evitar fotografiar tan bello momento, luego solo contemplé, la acaricié un poco y me deleité con su belleza, que viva o muerta, era maravillosa.

 

Es el tercer día después de su muerte y la soledad ha empezado a reinar en el lugar, a pesar del perfume de rosa, ella ya no me satisface, es hora de limpiar este desastre y buscar algo mejor.