Por Óscar Cardona
Deambulando por la web me topé con algo totalmente salido de contexto, un género musical poco conocido y muy extraño para el concepto general de música que todos tenemos; música sin armonía, sin instrumentos tradicionales, con atonalidades, sin reglas, y con ruidos; esto es el denominado "Noise".
Este género que inició desde principios del siglo XIX, acogido por pocos académicos de la época, no generó un impacto notable sino hasta la década de los ochenta, con la llegada de la música electrónica y las tendencias alternativas que surgían en el mundo. El Noise, con su increíble incoherencia y su visionaria postura, ha logrado generar conceptos totalmente nuevos sobre lo que es la música, como John Cage con su '4,33', con sólo silencios en casi cinco minutos; o Whitehouse con sus ruidos increíblemente arrítmicos y a veces hasta salidos de foco.
Pero entraré a la parte que más me impactó, la del futurista y uno de los fundadores de la música electrónica; el compositor, músico y pintor, Luigi Russolo, un italiano nacido en 1885 con un pensamiento totalmente visionario del arte y de la música. En los inicios del siglo XX conoció a Marinetti donde se adhirió a la corriente futurista. A partir de 1913 compuso su "concierto de Ruidos" con un instrumento creado por él; el intonarumori (entonaruido), una máquina que consistía en hacer girar a diferentes velocidades una rueda de metal para generar un roce con la madera y crear un ruido que se podía regular con una palanca; creada para emitir ruidos similares a los emitidos por licuadoras. Russolo pretendía demostrar que la música se puede componer de cualquier sonido provocado de manera organizada, o por simple azar como lo demostró con sus instrumentos.
Un buen ejemplo de sus composiciones es "Machinna tipografica", donde la voz de la mujer y sus fondos provocados por su invención, generan un aura totalmente espectral y misteriosa, completamente salido de la época y de la idea de música; genera un impacto tal en el oyente que es inevitable no curiosear y averiguar quién, cómo y por qué se creó.
En su libro "el arte de los ruidos", escrito en 1913, quiso dejar claro que la música nace de los ruidos al rededor nuestro, un pájaro cantando, una varilla que suena al golpe de un palo o el simple sonido del viento. Todo es música:
"crucemos una capital moderna con los oídos más abiertos y alerta que los ojos y disfrutaremos al distinguir las corrientes de agua, aire y gas a través de tuberías de metal, los ruidos emergentes que respirar y palpitan llenos de una vida indiscutible, la palpitación de las ondas, el ir y venir de los pistones, el chirrido de las sierras mecánicas, los cambios violentos de los tranvías en los raíles, el chasquido de los látigos, el ondear de las cortinas y las banderas. Nosotros disfrutamos creando orquestaciones mentales golpeando los cierres metálicos de las tiendas, pegando portazos, los gritos y voceríos de las multitudes, la variedad de din en las estaciones, los raíles de los trenes, las fundiciones de acero, spinning mills, imprentas, centrales eléctricas y los raíles subterráneos del metro"
Está claro que Russolo no sólo llegó al mundo a plantear una idea futurista, sino también generó un cambio con su música experimental en la mentalidad de cada melómano acostumbrado a lo tradicional. Qué disfruten de los ruidos a su alrededor, pueden encontrar una bella melodía en su ambiente ¡Todo Puede ser música!
Luigi Russolo,
el futurista musical

