Por Alejandro Camelo

@Sr_Teoracto

 

 

Pasadas las doce del mediodía, Briyith Rodríguez, una joven de clase media, andaba desprevenidamente por las calles del centro de la ciudad por no tener, una vez más, dinero para un pasaje de transporte público.

 

Luego de un corto trayecto, entre la tienda de Don Ramiro y el mercado de pulgas, a la joven pareció deslumbrarla un brillo en el andén de tan recurrida calle, de repente, en el piso observó una moneda de $500, que hábilmente pisó con su pie derecho para evitar que alguien más lograra verla.

 

Briyith miró a cada lado y le pareció que nadie la veía en su travesía por reclamar como suyo semejante botín, por lo que de un fugaz intento movió su pie y lanzó rápidamente su brazo para levantar su recompensa. La ahora adinerada Briyith, se llevó por sorpresa que aquella moneda que creyó un premio de lotería, se había convertido en un motivo más de burla para Don Ramiro y sus amigos de pájaros caídos, quienes con una fuerte carcajada, lograron que la mitad de la sangre del cuerpo de la joven fuera a parar a sus sonrojadas mejillas y la otra mitad le permitiera levantarse y continuar su paso ágilmente.

 

Algunas fuentes no oficiales han informado a este medio que el número de víctimas va en aumento, y mientras Don Ramiro no retire su moneda pegada en el suelo, la cifra continuará creciendo y llegará a sumas incalculables. El equipo de Panoramia consultó al grupo de pájaros caídos, pero se abstuvieron de dar declaraciones.