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Por Jhonatan Caicedo Puerta

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Grus, planeta ubicado en la Galaxia Antenas, vivía en completa armonía desde hacía más de 3.000 años. Seis columnas sostenían lo que hasta ese tiempo se le llamaba hogar para los gruseros. Sus más grandes tesoros eran el oro y las mujeres. Sus habitantes vivían en chozas construidas al lado de las peñas  altas que se proyectaban al cielo, hacia abajo se encontraban las profundidades de las aguas.

 

Ellas, sí, sus doncellas. Eran el objeto de deseo por los habitantes del planeta Carafe vivían a ritmo cadencioso, vestían de forma pulcra, sus cabellos eran cuidados, sus manos siempre perfectas y que decir de sus rostros; denotaban delicadeza y perfección. Pero a pesar de ser todas muy hermosas, solo una sobresalía en su máxima expresión. Bella, así se llamaba. Poseía un don que ninguna de las demás gruseras tenía.

 

Cuenta la leyenda que una mujer salvaría al mundo y a toda una galaxia de las manos de un tirano, rudo y hostil, pero antes de que sucedieran todas estas cosas debía conocer a alguien que le mostraría su destino. Natán, joven intrépido y valiente había sido criado por una familia que vivía en las laderas de las montañas más altas. Natán poseía habilidades increíbles, de un corazón sencillo, humilde y valeroso.

Un día especial para el pueblo de gruseras cuando se conmemoraba el día en que se encontró la mayor riqueza de oro para su planeta, cuyo descubrimiento los impulso a la era moderna. Bella y Natán se conocieron, mientras danzaban al compas de la zampoña, la armónica, la gaita y la flauta dulce; pareciera que la música los llevara a encontrarse con su futuro. El amor. Mientras danzaban al ritmo de la melodía sus corazones empezaron a conectarse para nunca desprenderse al igual que sus manos se entrelazaron y con un beso tenue y amoroso marcaron su unión. Desde ese mismo momento juraron pelear por su amor y la libertad para su pueblo.

 

Ronax gobernante del planeta Grus había deseado a una chica en especial. Bella, era ella quién había cautivado su corazón, aún antes de llegar al poder; pero nunca la había conquistado. A pesar del gran poder de Ronax como rey de ese gran planeta, nunca pudo mover el corazón de Bella. Por esto cuando supo que Natán lo había logrado; deseo matarlo para que no pudiese expresar su amor.

 

El rey pensó astutamente

 

– Me volveré amigo de él para acabarlo y destruir su amor por Bella.

Pasó un tiempo y se hicieron muy buenos amigos hasta el punto de contarse sus secretos. Fue así como el rey Ronax lo exilió de la ciudad a un lugar tenebroso. Bella pensó que Natán la había abandonado, pero por más que pensara en dejar de amarlo no lo lograba. De repente se escuchó el rumor que los habitantes del planeta Carafe querían invadir el planeta Grus para tomar a sus mujeres y llevarlas a su planeta para siempre. El rey Ronax no le importaba el pueblo, solo quería satisfacer sus gustos personales en quedarse con todo el oro y con Bella.

 

Todos estos rumores llegaron a oídos de Natán, así que decidió luchar con todas sus fuerzas para salir en busca de su amada. Él poseía un brazalete en la mano derecha, con medio circulo dibujado, Bella también tenía dibujado el complemento en su brazalete. Ellos no sabían que al unirlos podían crear un escudo de protección para que sus enemigos no entraran en su planeta. Natán recordó aquella historia que contaba su abuela. “Un circulo has de formar para que la paz y la protección pueda reinar”

Natán salió en busca de la más bella y la encontró en el palacio atrapada por el rey Ronax. Un cuchillo apuntaba su corazón junto al risco de una montaña, el rey no quería perder, por ello se acercó al borde de la peña, estaba dispuesto a terminar con su vida y la de Bella.

 

Con voz fuerte exclamó:

 

-Sino es mía tampoco será tuya.

 

En ese momento bella movió su mano ágilmente golpeando su rostro. Ronax se precipitó al vacío, halando a bella de su muñeca. Natán con un reflejo furtivo se lanzó y alcanzó atraparla. La levantó y la subió a su pecho y la abrazó.

 

Natán después de manera heróica y con voz entre cortada profirió:

 

 --No ha terminado, pronto llegaran a nuestro planeta los Carafe para hurtar todas nuestras cosas y aún querrán llevarse nuestras mujeres.

 

Así que levantaron sus brazos, unieron los círculos y abrieron el escudo de protección y así pudieron detener una futura invasión. Desde ese mismo momento reinó la paz, la honestidad, la equidad y el amor se percibía alrededor.

 

Es hoy cuando se mira al cielo y no solo vemos estrellas o el universo, es el escudo protector de Bella  y Natán quien nos cuidan de las destrucción.

 

FIN.

Un mundo diferente

Septiembre 18, 2013

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